Plaza de España, latido de vida en Vejer

Plaza España Vejer

La Plaza de España: el latido de vida de Vejer de la Frontera

Parece que en Vejer la belleza es contagiosa. Tal cual. Sin titubeos. Así, además, lo advierte un cartel situado en la entrada al municipio jandeño: estás a punto de acceder a uno de los pueblos más bonitos de España. Su recelo por preservar sus tradiciones y su abrazo y respeto a su pasado, son dos de los secretos de este pueblo blanco que respira la brisa marinera desde las alturas, deslumbrando al sol. 

Obra digna de las más afamadas manos de escultores, Vejer es un vergel que florece sobre las impolutas casas blancas del pueblo. Laberínticas calles empinadas te conducirán a magníficos miradores como el de la Cobijada donde podrás encontrar una de las mejores panorámicas del pueblo. Museos como el de Tradiciones y Costumbres, la iglesia del Divino Salvador o el Castillo a 190 metros de altura, te aguardan para introducirte en el Vejer histórico.

Pero, existe además en Vejer otra parada que es de obligatoria visita. Un espacio que es capaz de congregar a todo un pueblo: de acoger a los lugareños que por indudable rutina se acercan cada día a las inmediaciones y de dar una calurosa bienvenida a los turistas que cada año abarrotan sus calles. Un enclave que es el latido de vida del pueblo: la Plaza de España. Entre lozanas palmeras se levanta el centro neurálgico de la ciudad. En este pintoresco lugar conviven armoniosamente esos vecinos que cada jornada quedan de forma rutinaria con el resto de los lugareños para tomar el fresco y los cientos de turistas que en temporada alta y cámara en mano disparan fotografías incesantemente a todos los encantos de la plaza. 

Adéntrate en uno de los enclaves con mayor solera de la localidad: la Plaza de España.

Plaza de los pescaitos

Artesanía, gastronomía… Una infinidad de posibilidades se abren ante ti en la Plaza España en Vejer

Vejer invita a recorrer sus calles pausadamente, sin premura, a perderse por ese laberinto de callejuelas que es este pueblo; por su pasado árabe, por la influencia castellana de las cobijadas. Descubrir la historia, entre las calles blancas impolutas, decoradas con buganvillas o flores que cuelgan de sus paredes postradas en macetas de barro de colores vivaces. 

Pero por si no tenía ya suficiente con su inconmensurable paisaje de patios y casas dignas de un cuadro, Vejer continúa presumiendo y sorprendiéndote en cada espacio. Buen ejemplo de ello es la Plaza de España.

El centro neurálgico del municipio nos introduce en la Vejer más castiza. Lo primero que te llamará la atención es la magnífica fuente ornamental que se ubica en mitad de la plaza. Realizada con azulejos sevillanos, esta fuente te transportará precisamente a la Plaza de España de Sevilla, por el especial protagonismo que cobra el arte milenario que es la cerámica de la capital andaluza. Más allá de representar la tradición alfarera, esta fuente ideada en 1957 es, además, la razón por el que esta plaza es conocida popularmente como la Plaza de los Pescaítos, por los motivos acuáticos que inmortaliza. Asimismo, los vivos colores de esta fuente forjan un evidente contraste con el conjunto de edificios blancos que la rodean, entre ellos el Ayuntamiento, dotando a esta de especial protagonismo. Entre las imponentes palmeras que la cobijan encontrarás, añadido a ello, una gran diversidad de restaurantes con extensas terrazas extendidas por todo el enclave, capaces de deleitar a los paladares más exigentes. Y es que uno de los puntos fuertes de la plaza en lo que a restauración se refiere es que podrás incluso realizar un recorrido gastronómico por la historia y tradición de Vejer.

Si deseas evocarte por las raíces árabes del pueblo, El Jardín del Califa te espera para hacerte sentir como en Las mil y una noches. Para ello, en su carta, podrás degustar: harira, sopa besara, los tagine, pinchitos, pastela, couscous o breueats. El sabor de Oriente Medio, del pasado musulmán del pueblo explicado en cada suave bocado. Sin duda, El Jardín del Califa es una apuesta segura para los paladares más atrevidos.

Garimba Sur

Por el contrario, si tu intención es conocer la cocina local vejeriega, tu restaurante es Garimba Sur. En Garimba los productos autóctonos son ley, de ahí que en la carta cobre especial protagonismo el atún rojo salvaje pescado con el milenario arte de las almadrabas y los frutos de la comarca de La Janda, donde se ubica. Pero Garimba también se abre a explorar con sabores internacionales, por ello en la carta encontrarás carnes internacionales como el Wagyu (Kobe).

arroz negro

Y qué mejor manera que degustar esta oda a la gastronomía vejeriega que en su extensa terraza ubicada en la plaza, perfecta para inmiscuirte en el acogedor ambiente del corazón de Vejer. Imagínate degustando un jugoso lomo de atún acompañado de un vermut, único en la zona, mientras los suaves rayos del sol rozan levemente tu tez. La inconmensurable paz. Esa forma tan única de disfrutar la vida que solo entienden los andaluces.

Pero la Plaza de España tiene otra sorpresa aguardándote. Además de restaurantes, en sus aledaños podrás encontrar pequeños y acogedores comercios de auténticos maestros de la artesanía. En estos pequeños talleres dedicados a la alfarería podrás adquirir cestas de mimbre, vasijas de cerámica o hasta joyas de autor realizadas por las expertas manos vejeriegas curtidas en salvaguardar costumbres e históricos oficios de la localidad. Vejer y la tradición, una relación inseparable.

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